Pedro Galdón.- Vecinos informaron que un longevo bote de aguas negras en el Barrio Colombia II, específicamente, en la intersección de la Av. 34 y la Cll. 38 de la ciudad de Acarigua, sigue afectando significativamente la cotidianidad y amenazando la salud de un buen número de residentes de la zona.
Una de sus habitantes, Miriam Márquez, aseveró que esta fuga apareció el año pasado como resultado de la obstrucción de un tramo de las cloacas que pasan por la colindante comunidad de Goajira Vieja, y que las aguas servidas que salen de ella se riega por y se estanca en los alrededores, a la puerta de sus casas —incluyendo la de ella— y negocios cercanos.

Manifestó que las aguas servidas que corren por la zona han estampado su gran fetidez en el aire del ambiente, causando gran malestar a los residentes que viven junto a su «cauce» —entre los cuales se encuentra ella— y acentuando la preocupación de la vecindad por el bienestar de los más vulnerables que allí hacen vida, ya que hay varios adultos mayores, algunos de ellos enfermos y discapacitados, y un buen número de niños que hacen vida en la comunidad y/o en un colegio de educación inicial, que está a tan solo unos metros del bote.
Márquez, quien se dedica al dictado de clases dirigidas a estudiantes de primaria y de bachillerato, expresó que no ha podido seguir enseñándole a sus jóvenes alumnos porque los padres y representantes de estos decidieron no llevarlos hasta que reparen la fuga, para evitar que se expongan por amplios márgenes de tiempo a los nauseabundos olores de las aguas servidas que pasan y/o se estancan frente a la casa de la declarante.
Indicó que el consejo comunal del barrio, a pesar de que ha aseverado que, en virtud de la localización de la raíz del problema, los responsables de diligenciar su reparación son los miembros de su homólogo de Goajira Vieja, ha reportado, presuntamente, el bote de aguas negras en cuestión ante las autoridades; y que dicho reporte aún no ha sido contestado satisfactoriamente por estas.
La declarante, ergo, pidió encarecidamente a los entes competentes que «acudan y que resuelvan» esta situación para eliminar el malestar que aqueja a las personas que viven en esta vecindad.

